La soledad es buena a medias. Vivir sólo, estar sólo, no es lo mismo que sentirte sólo. La soledad muchas veces te pone límites, porque como diría Rolón no hay peor abandono al que nos hacemos a nosotros mismos y cuando miramos para atrás y no hay nadie quien te limpie los mocos, te abrace en tus triunfos o te cague a retos por el moco que te mandaste... es ahí donde la soledad aparece de forma negativa.
Y nuestra maldita cabeza comienza a hacernos estas preguntas: ¿cuándo es mi tuno?, ¿cuándo algo me va a llenar de verdad?, ¿cuándo el vacio se hace un poquito más chico?, ¿cuál es mi lugar?, ¿ qué oculto?, ¿qué intento tapar?, ¿ hay algo preparado para mi que me choque de frente y me llene?, ¿sigo señales o dejo todo librado al azar?, ¿dejo de hacer fuerza por tragedias que aun no sucedieron?,
¿qué oculta mi alma?, ¿soy esta o es solo una transición?...
Todas esas preguntas conviven permanentemente en la cabeza de todos, sólo que con lo voraginoso de la rutina las vamos tapando. Solamente cuando nos damos el tiempo de parar nos las preguntamos.
Mientras tanto sigamos con nuestra soledad, que muchas veces esta mas llena que vacía solo que nos cuesta darnos cuenta y YO PERSONALMENTE... AMO LO INESPERADO Y LO QUE TE CHOCA DE FRENTE SIN NINGÚN TIPO DE AVISO.
pd: esta vida, universo, mundo o como te guste llamarlo... no viene prediseñado para uno... siempre para MÁS.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario